PLENARIA DE SENADO APRUEBA EN SEGUNDO DEBATE PROYECTO DE LEY QUE PROHÍBE IMPORTAR DESECHOS PELIGROSOS
Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, diciembre 10 de 2007
Con ponencia de los senadores Jorge Enrique Robledo, Mauricio Jaramillo y Óscar Reyes, la plenaria del Senado acaba de aprobar en segundo debate elproyecto de ley 37 de 2006, que prohíbe la importación de residuos peligrosos al territorio nacional.
La Constitución Política proscribe de manera absoluta la importación de desechos tóxicos y nucleares, pero nada dice sobre los infecciosos, combustibles, inflamables, explosivos, corrosivos, volátiles y reactivos, también de extrema peligrosidad.
Son los países desarrollados, y principalmente Estados Unidos, los mayores productores de este tipo de desechos, cuyo comercio internacional se ha convertido en un negocio bastante lucrativo para ellos pero lesivo para los receptores, usualmente países pobres, a los que les imponen recibirlos mediante procedimientos corruptos. Urge entonces una legislación que proteja al país de los residuos peligrosos, cualesquiera que ellos sean.
El proyecto hará curso en la Cámara de Representantes. “Las organizaciones ambientalistas y los demás sectores democráticos hemos de estar muy vigilantes –previno el senador ponente–, para impedir que se dé marcha atrás y se dejen resquicios que permitan la importación legal o la
piratería. Cualquier ingreso al país de residuos peligrosos puede resultar infinitamente más costoso que las inciertas ganancias que se pudieran derivarde transformarlos”.
Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, diciembre 10 de 2007
Con ponencia de los senadores Jorge Enrique Robledo, Mauricio Jaramillo y Óscar Reyes, la plenaria del Senado acaba de aprobar en segundo debate elproyecto de ley 37 de 2006, que prohíbe la importación de residuos peligrosos al territorio nacional.
La Constitución Política proscribe de manera absoluta la importación de desechos tóxicos y nucleares, pero nada dice sobre los infecciosos, combustibles, inflamables, explosivos, corrosivos, volátiles y reactivos, también de extrema peligrosidad.
Son los países desarrollados, y principalmente Estados Unidos, los mayores productores de este tipo de desechos, cuyo comercio internacional se ha convertido en un negocio bastante lucrativo para ellos pero lesivo para los receptores, usualmente países pobres, a los que les imponen recibirlos mediante procedimientos corruptos. Urge entonces una legislación que proteja al país de los residuos peligrosos, cualesquiera que ellos sean.
El proyecto hará curso en la Cámara de Representantes. “Las organizaciones ambientalistas y los demás sectores democráticos hemos de estar muy vigilantes –previno el senador ponente–, para impedir que se dé marcha atrás y se dejen resquicios que permitan la importación legal o la
piratería. Cualquier ingreso al país de residuos peligrosos puede resultar infinitamente más costoso que las inciertas ganancias que se pudieran derivarde transformarlos”.
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